1. ¿Cuáles son las novedades de la exhortación Amoris laetitia?

Amoris Laetitia se basa en una larga historia de enseñanza de la Iglesia y en una experiencia muy intensa del Sínodo. Por lo tanto, se funda tanto en lo antiguo como en lo nuevo. La novedad, por encima de todo, es una actitud de acompañamiento. El Papa Francisco, al igual que sus predecesores, reconoce la complejidad de la vida familiar moderna. Pero acentúa mucho más la necesidad de que la Iglesia y sus ministros estén cerca de las personas sin importar la situación en qué se encuentren o lo alejados que se puedan sentir de la Iglesia: comprender, acompañar, integrar y tener los brazos abiertos especialmente para los que sufren (AL 312). Amoris Laetitia no es simplemente un texto teórico desconectado de los problemas reales de la gente.

El título mismo sugiere la actitud del documento.  Recuerda constante y concretamente la belleza de la vida familiar, a pesar de todos los problemas que conlleva. Francisco escribe elocuentemente sobre cómo formar una familia significa ser parte del sueño de Dios, uniéndose a El en la construcción de un mundo «donde nadie se sienta solo.» (AL 321)

 

2. ¿Por qué es un documento tan largo? ¿La mayoría de los católicos pueda leerla con provecho? ¿O es sólo para expertos?

El Papa Francisco señala en la introducción que nadie debería precipitarse en la lectura de Amoris Laetitia y que las personas deben prestar atención a lo que más corresponde a sus necesidades específicas.

Mientras que Amoris Laetitia es una lectura esencial para los obispos, los sacerdotes, o para cualquier persona relacionada con la pastoral familiar, es importante que todos los católicos se den cuenta del esfuerzo que la Iglesia está haciendo para estar cerca de ellos. Por ejemplo, a las parejas casadas les interesará especialmente el Capítulo IV sobre «El amor en el matrimonio», el Capítulo V, “Amor que se vuelve fecundo» y el Capítulo VII, «Fortalecer la educación de los hijos.»

El Papa Francisco quiere ayudar a las parejas cristianas a perseverar con fidelidad y paciencia, y anima a todos a ser un signo de la misericordia allí donde la vida familiar carezca de paz y gozo (AL 5).

Los lectores podrán sorprenderse gratamente de lo concreta que es Amoris Laetitia.  El Papa Francisco, con un corazón de pastor, entra simple pero profundamente en las realidades cotidianas de la vida familiar.

 

3.  Buena parte de la controversia en torno al Sínodo se ha centrado en la posibilidad de que los divorciados que se han vuelto a casar civilmente puedan comulgar; pero Amoris Laetitia no se pronuncia definitivamente sobre esa cuestión. ¿Por qué?

El Sínodo apuró que las discusiones sobre ganadores y perdedores no eran productivas. Lo que era productivo, en cambio, era dirigir una mirada profunda a la vida familiar, al matrimonio y al Pueblo de Dios que se esfuerza por vivir su vocación en tiempos difíciles y complejos.  El Capítulo VIII, «Acompañar, discernir e integrar la fragilidad», analiza en profundidad cómo las reglas generales no se aplican estrictamente a cada situación en particular. Y por eso es necesario tener en cuenta la complejidad de cada situación.

El Papa reconoce que todos deben sentirse desafiados por el Capítulo VIII que, ciertamente, llama a los pastores y a los que trabajan en el apostolado de la familia a escuchar con sensibilidad a cualquier persona que se sienta herida y a ayudarla a experimentar el amor incondicional de Dios.

 

4. Una palabra recurrente en este documento es «discernimiento.» ¿Qué significa el discernimiento para el Papa Francisco? ¿Quiere decir sencillamente que cualquiera puede buscar un sacerdote compasivo para que le diga que todo está bien?

El discernimiento es un esfuerzo constante para abrirse a la Palabra de Dios que ilumina la realidad concreta de la vida cotidiana. El discernimiento nos lleva a ser dóciles al Espíritu; anima a cada uno de nosotros a actuar con todo el amor posible en las situaciones concretas.

El Papa Francisco pide a los pastores y a los fieles que disciernan cuidadosamente cada situación concreta. Todo sacerdote o agente de pastoral involucrado activamente en ayudar a las personas a crecer espiritualmente sabe que no hay recetas fáciles,  ni  “talla única ”, ni excepciones rápidas y simples.

Al mismo tiempo, el discernimiento nunca puede separarse de las exigencias de verdad y caridad del Evangelio ni de las enseñanzas y de la tradición de la Iglesia.  Hace falta humildad y una búsqueda sincera de la voluntad de Dios.

 

5. Hay muchos católicos divorciados que se han vuelto a casar civilmente y que se esfuerzan por hacer las cosas bien y educar a sus hijos en la Iglesia. ¿Qué les ofrece Amoris Laetitia?

Amoris Laetitia les da la garantía de que la Iglesia y sus ministros se preocupan por ellos y por su situación concreta. Amoris Laetitia quiere que sepan y que sientan que son parte de la Iglesia. Que no están excomulgados. (AL 243) Aunque todavía no puedan participar plenamente en la vida sacramental de la Iglesia, se les anima a tomar parte activa en la vida de la comunidad.

Un concepto clave de Amoris Laetitia es la integración. Los pastores tienen que hacer todo lo posible para ayudar a las personas en estas situaciones a involucrarse en la vida de la comunidad.

Cualquier persona en una llamada situación «irregular» debería recibir una atención especial. «Ayudar a sanar las heridas de los padres y ayudarlos espiritualmente es un bien también para los hijos, quienes necesitan el rostro familiar de la Iglesia que los apoye en esta experiencia traumática.» (AL 246)

 

6. Si hubo un momento en que el Sínodo parecía ofrecer una nueva y amplia aceptación de los homosexuales en la Iglesia, Amoris Laetitia parece ofrecer muy poco. ¿Qué ha sucedido?

La enseñanza de la Iglesia sigue siendo clara: el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y las uniones homosexuales no se pueden equiparar al matrimonio cristiano.  (AL 251)

Dicho esto, es importante que todos aprendamos a imitar el amor incondicional de Dios por cada persona. «La Iglesia hace suyo el comportamiento del Señor Jesús, que en un amor ilimitado se ofrece a todas las personas sin excepción.» (AL 250)

Amoris Laetitia centra la atención en el matrimonio y la familia, pero también se dirige a una infinidad de personas que no están casadas. Entre ellas, los padres y madres solos, las viudas y viudos, los hombres y mujeres solteros – todos los cuales tienen lazos familiares-. Todo el mundo es un hijo o una hija; todo el mundo tiene una historia familiar; todo el mundo tiene lazos de amor con sus parientes y todo el mundo tiene amigos en situaciones familiares difíciles y dolorosas.

7. Amoris Laetitia es crítica cuando se refiere a algunas praxis anteriores (nn 36, 37, 38) que ponían el acento en cuestiones doctrinales y morales, y en la denuncia de un mundo decadente sin hablar, en cambio, de cuanto hay de positivo. ¿Es una crítica de los pontificados anteriores?
Una rápida ojeada a las notas al pie de página muestra la profusión de citas de Juan Pablo II en Amoris Laetitia, en especial de la Familiaris consortio. El Papa Francisco también cita Deus Caritas est del Papa Benedicto XVI.

Amoris Laetitia ofrece esperanza y esperanza en abundancia. No es una lista de reglas o de condenas sino un llamamiento a la aceptación y al acompañamiento, a la participación y a la integración. Incluso cuando las personas – por muchas razones diferentes – no han sido capaces de cumplir con las exigencias de la enseñanza de Cristo, la Iglesia y sus ministros quieren estar a su lado para ayudarlas en su camino. «El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre y difundir la misericordia de Dios a todas las personas que la piden con corazón sincero.»(AL 296)

 

8.- Una de las mayores preocupaciones de muchas parejas es espaciar los nacimientos; sin embargo, no parece ser un tema crucial en Amoris Laetitia. ¿Por qué?

En realidad Amoris Laetitia se ocupa de este tema en varias secciones diferentes, por ejemplo en los nn. 42, 68, 82 y 222.  Se hace gran hincapié en el hecho de que los hijos son un don de Dios y una gran alegría para los padres, y se cita también la Humanae Vitae, reiterando que los cónyuges deben ser conscientes de sus obligaciones en relación con la paternidad responsable. (AL 68)

En último término, la decisión sobre el espaciamiento de los nacimientos «presupone un diálogo consensual entre los esposos.» (AL 222)

En este sentido, Amoris Laetitia cita el Concilio Vaticano II subrayando la importancia de la formación de la conciencia, en la que se siente a solas con Dios.

La exhortación impulsa también los métodos naturales de regulación de los nacimientos, ya que respetan el cuerpo y de hecho la «entera persona» de los cónyuges.

 

9. ¿Cuál es el mayor desafío de Amoris laetitia?

El mayor reto es que se lea sin prisas y se ponga en práctica. Amoris Laetitia formula propuestas a la Iglesia y a sus pastores para que cambien su enfoque respecto a la familia: para acompañarla, para integrarla, para permanecer cerca de cualquier persona que haya sufrido los efectos del amor herido.

Por encima de todo, Amoris Laetitia nos desafía a ser comprensivos frente a situaciones complejas y dolorosas.

El Papa Francisco quiere que nos acerquemos a los frágiles con compasión, y no con juicios, para «entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura.” (AL 308)



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